II Encuentro diocesano de jóvenes en el Espíritu Santo

Sem. José Gilberto Ballinas Lara

Semcat. Jóvenes entusiastas, animados y un tanto desvelados se dieron cita los días 17 y 18 del presente (2008) en las instalaciones del auditorio Flor de Liz, ubicada en la calle central entre 9ª y 10ª norte de esta ciudad, con el objetivo de reflexionar y tener una experiencia de Dios, cerca de 500 jóvenes se dieron cita en este lugar.

En charla con los señores, Leticia Moreno y Alberto Ortiz Ortega, coordinadores diocesanos de la Renovación Carismática nos dijeron: “el objetivo de este encuentro, atendiendo al documento de Aparecida, es la de proclamar a todo el mundo a Jesucristo vivo y en este momento nos estamos enfocando con equipo motor de jóvenes en la renovación, atraer a más jóvenes, puesto que el Señor los está buscando, y queremos participar en esa obra evangelizadora, para que los jóvenes conozcan a Jesús. La temática va en la línea de proclamar a los jóvenes que el Señor los ama, que todos somos hijos de Dios y que debemos poner toda nuestra fe y confianza en Él y de esta manera lograr lo que todos deseamos”.

Los jóvenes que están reunidos proceden de diferentes parroquias, así también de diferentes Diócesis como San Cristóbal y Tapachula. Quienes se enteraron a través de pósteres, en sus escuelas, y otros lugares públicos.

Por su parte el padre Ricardo Campos, quien  proviene de la Diócesis de Mexicali, Baja California, pidió a los jóvenes de no dejarse influir por la apatía, el desánimo, que como Zaqueo corran al árbol para ver a Jesús,  y sobre todo dejarlo entrar a nuestras vidas. El padre además, trabaja con jóvenes, pues tiene en su Diócesis un centro de rehabilitación para jóvenes adictos. Contactarlo no fue fácil, pero las agendas de trabajo coincidieron, fue precisamente por esta experiencia de su trabajo con jóvenes que se le pidió su participación.

Coordinadora de este evento, la Señorita Rocío Castro nos dijo: que ha sido una experiencia muy hermosa. Puesto que los jóvenes llegaron muy motivados y con diferentes ideas entre si, pero que no le importó dejar todo por estar a las pies de Jesús. Esto les ha llevado a una profunda alegría que se nota en sus rostros. Que nos motiva para continuar con este trabajo, en renovación Carismática Católica. Este es sólo el principio, esperamos que los jóvenes perseveren en sus diferentes parroquias y poder vernos el próximo año lleno de ilusiones, de sorpresas y del amor a Dios. Por esto pedimos que los jóvenes que no están en algún grupo juvenil, en catequesis o algún movimiento que se integren a una comunidad, que empiecen a caminar con una nueva visión de la Iglesia de Cristo. Y a los jóvenes que ya están integrados a que no decaigan, esperamos encontrarnos pronto, pero al mismo tiempo comprometidos en la oración de unos por otros, y fortalecer la comunicación con entre nosotros, para dar un nuevo rostro a la Iglesia


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