El privilegio de servir desde el altar…

Sem. José Gilberto Ballinas Lara

SemCat. La liturgia, es fuente de espiritualidad para todo cristiano. Concretamente,  de la celebración Eucarística mana toda la fortaleza, y la fe. Por esto y más, es el altar, lugar muy especial, al que, no todos tienen la posibilidad de acceder.

Este es el caso de los monaguillos o conocidos comúnmente como acólitos, estos niños y niñas son pequeños, que desean apoyar al sacerdote durante las celebraciones litúrgicas. Participan de manera activa durante la Santa Misa, en ésta realizan muchos movimientos que tienen un gran significado y que en última instancia deben ayudar al pueblo reunido a vivir mejor la experiencia Eucarística.

Tuvimos la oportunidad de participar en la Parroquia de San Pedro Apóstol de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, y al final de la Eucaristía que se celebraba a las 9 de la mañana, solicitamos al coordinador parroquial del equipo de monaguillos que nos permitiera un par de entrevistas, a lo que accedió. Aquí presentamos el resultado:

Darwin Miguel Jiménez J. “Tengo 7 años como acólito, y soy el actual coordinador parroquial de el equipo de monaguillos”, le preguntamos por el número de monaguillos que conforman el grupo y esto dijo: “Somos 15 monaguillos, tomando en cuenta a los compañeros que vienen de algunas capillas”. Por último, le hicimos una pregunta muy personal, sobre lo que significa para él ser monaguillo, y nos respondió. “En lo personal, ha significado mucho, ya que he cambiado en mi modo de ser, mi manera de vivir, recordando cómo era antes de ser monaguillo. Me comporto mejor, aunque a veces tengo mis caídas. Es un valor muy grande ser monaguillo, porque aparte de que sirves en el Altar, sirves a Dios y muy de cerca”.

Eduardo Cruz Jiménez. “Tengo 7 años de edad y un año de experiencia como monaguillo”. ¿Cómo fue que te integraste al grupo?  “Darwin me invitó y mis papas me dieron el permiso, y hasta el día de hoy, me he sentido muy bien”.

Nereida Jacqueline Jiménez J. “Tengo 10 años de edad, llevo más de 3 años siendo acólita.” ¿Cómo te integraste al grupo? “Fui invitada por el coordinador, para entrar al grupo, empecé a pensar y de acuerdo con mis papas, decidí que sí, por que me motivo el ser acólito y servir al Señor.” ¿En lo personal, en que te ha ayudado ser parte de los monaguillos? “me ha ayudado en mi comportamiento, en seguir a Dios,  ser más obediente con los demás”.

Le pedimos por último unas palabras para todos los pequeñitos que quisieran ser monaguillos: “Que se integren a su grupo parroquial de acólitos, es muy bonito estar cerca de Dios, y convivir con Él en la misa”. Al final de la entrevista, se despidieron para iniciar su reunión ordinaria en un salón anexo a esta parroquia de San Pedro Apóstol.

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