Simbólicamente fuimos a la cima de una montaña
Seminaristas: Francisco Domínguez Martínez y
José Gilberto Ballinas L.
Los pasados días: 7 al 12 de este mes (septiembre 2008), los seminaristas tuvimos ejercicios espirituales en diferentes lugares. Los seminaristas del tercer año de la Facultad de Filosofía, tuvimos la oportunidad de ir a la colonia Revolución, del municipio de Villa corzo, a vivir con entusiasmo nuestros Ejercicios Espirituales.
En un lugar agradable, lleno del esplendor natural como el azul del cielo, los verdes campos y el susurro del canto de las aves, iniciamos los Ejercicios Espirituales para este nuevo curso 2008-2009 donde el propósito de estos, es reafirmar la opción al ministerio ordenado.
Los temas fueron impartidos por el apreciable Pbro. Rodrigo Luna Luna, que lleno de experiencia por su trayectoria sacerdotal, nos motivo a seguir a Cristo en el servicio, con humildad, valentía y caridad para seguir respondiendo generosamente al llamado que Dios nos está haciendo. Uno de los temas trató del Celibato, donde nos dimos a la tarea de analizar la Catequesis del papa Juan Pablo II, sobre la Lógica de la consagración en el Celibato Sacerdotal: “La continencia perfecta no se exige por la naturaleza misma del sacerdocio, pero no hay ninguna duda sobre su conveniencia o congruencia sobre las exigencias del Orden Sagrado… Por el Celibato guardado por amor al Reino de los Cielos, se consagran los presbíteros de nueva y excelente manera a Cristo…”, es maravilloso lo autentico de tan grande sacramento, por esto, vale la pena optar por el Celibato, vale la pena seguir a Cristo.
Y también, simbólicamente fuimos a la cúspide de una montaña como signo de que tenemos que llegar a nuestras metas, pese a los riesgos que puede haber en el lapso del camino. Cansados, sedientos... pero más alegres por la dicha de contemplar la hermosura de la creación de Dios y por haber llegado con nuestro esfuerzo a lo que nos propusimos, agradecidos con Dios, nos la pasamos muy bien.
Agradecemos al seminario, así como a la Parroquia “Santa Cecilia” de Revolución, y por supuesto, agradecemos a Dios por darnos la oportunidad de vivir esta experiencia, que nos ayudará a hacer un buen discernimiento en este año decisivo para nosotros.
wow! eso hace mucho... recuerdo bien esos momentos de crecimiento espiritual y humano... que Dios nos bendiga a cada uno donde estemos
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