¡Insensatos! el que hizo el exterior, ¿no hizo también el interior? Evangelio de hoy 16-10-2012


Martes XXVIII del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Lc 11,37-41): En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, un fariseo le rogó que fuera a comer con él; entrando, pues, se puso a la mesa. Pero el fariseo se quedó admirado viendo que había omitido las abluciones antes de comer. Pero el Señor le dijo: «¡Bien! Vosotros, los fariseos, purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis llenos de rapiña y maldad. ¡Insensatos! el que hizo el exterior, ¿no hizo también el interior? Dad más bien en limosna lo que tenéis, y así todas las cosas serán puras para vosotros».

Algo para la reflexión

José Gilberto Ballinas Lara

Estimados amigos. Me provoca un gusto enorme en el Señor Jesucristo poder escribir nuevamente mis pequeñas reflexiones del Evangelio de cada día. Gracias por leerme, confío que Cristo será quien continúe ayudándome a conformar estas meditaciones.

Esta ocasión nos encontramos al Señor Jesús en el contexto de un banquete. El fariseo lo invitó a comer con él. Jesús accede y por no realizar las abluciones previas antes de comer, que no eran más que normas tradicionalistas impuestas por los maestros de la ley, fue visto con malos ojos por el anfitrión y eso provocó que el Señor pusiera en claro las cosas.

Cristo responde declarando enérgicamente ¡Insensatos! en contra de tales tradiciones y de los que las defendían, porque no formaban parte de la Ley de Dios. La Ley de Dios fue dada por Él para educar a su pueblo, para enseñarle lo realmente bueno y agradable a sus ojos. No como las tradiciones absurdas de los rabinos que, en su mayoría, buscaban disfrazar sus enormes pecados con el cumplimiento de esas tradiciones.

Cristo denuncia esa actitud hipócrita y la repudia. Además deja en claro que tanto el exterior como el interior de la persona forman la unidad, si se está bien por dentro ese bienestar se demostrará con los actos.

Es tarea de todos los cristianos demostrar con la vida lo que por convicción personal creemos: Cristo es nuestro modelo a seguir, ninguna norma externa, por más buena que parezca, superará nunca sus enseñanzas y testimonios. 

Hemos iniciado el "Año de la Fe" un año de gracia. Tenemos la oportunidad de profundizar en nuestras convicciones de fe y renovarlas con el fin de hacer que los demás descubran la presencia de Cristo en nosotros. ¡¡Ánimo!! Dios está con nosotros.

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