"El Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos" Evangelio de hoy 18-10-2012


18 de Octubre: San Lucas, evangelista

Texto del Evangelio (Lc 10,1-9): En aquel tiempo, el Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios a donde él había de ir. Y les dijo: «La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies. Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias. Y no saludéis a nadie en el camino.

»En la casa en que entréis, decid primero: ‘Paz a esta casa’. Y si hubiere allí un hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; si no, se volverá a vosotros. Permaneced en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No vayáis de casa en casa. En la ciudad en que entréis y os reciban, comed lo que os pongan; curad los enfermos que haya en ella, y decidles: ‘El Reino de Dios está cerca de vosotros’».

Algo para reflexionar

José Gilberto Ballinas Lara

Esta ocasión el evangelista san Lucas nos pone ante la realidad del ejercicio más grande de la Iglesia, "la misión". Antes de que Jesús enviara a estos 72 discípulos,  dejó en claro cuáles eran las exigencias de seguirlo (Cf. Lc. 9, 57-62) el Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios a donde él había de ir. El Señor Jesucristo, participó a sus discípulos de su misión "proclamar el Reino de Dios". Los envió a los lugares donde Él tenía que ir advirtiéndoles que así como el Maestro Jesús era perseguido e intentaban matarlo por anunciar la verdad, con mucho mayor razón los discípulos mirad que os envío como corderos en medio de lobos.

La misión de Cristo se convierte en misión de la Iglesia cuando los Apóstoles recibieron el Espíritu Santo en Pentecostés. Esta misión se actualiza en la acción evangelizadora de la Iglesia católica. El texto de hoy nos ilumina en cuanto las características que debe tener auténtico misionero de Jesús: Debe vivir la dimensión comunitaria y los envió de dos en dos, confiar plenamente en la providencia divina No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias para poder testimoniar esa confianza a quienes recibirían el anuncio, ser hombres de caridad y paz decid primero: ‘Paz a esta casa’, y así se pueden enumerar otras características más.

Como verdaderos cristianos católicos debemos tener en cuenta, entre otros aspectos, los mencionados en los párrafos anteriores. La misión exige verdaderos discípulos de Jesús, capaces de anunciar con su propia persona el Reino de Dios inaugurado por Cristo. Es una fortuna contar ahora con el "Año de la Fe", renovemos de fondo nuestra fe en el Maestro Jesús, hagamos todo por vivir un nuevo pentecostés en la Iglesia.

Pidamos a Dios que por intercesión de san Lucas evangelista nos conceda vibrar por la misión de Cristo, para poder demostrar que el Reino de Dios es, ya, una realidad patente en nuestro mundo. 

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