"Alegraos ese día y saltad de gozo, que vuestra recompensa será grande en el cielo." Evangelio de hoy 12-09-2012

Miércoles XXIII del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Lc 6,20-26): En aquel tiempo, Jesús alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: «Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios. Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados. Bienaventurados los que lloráis ahora, porque reiréis. Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, que vuestra recompensa será grande en el cielo. Pues de ese modo trataban sus padres a los profetas.

»Pero ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que reís ahora!, porque tendréis aflicción y llanto. ¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, pues de ese modo trataban sus padres a los falsos profetas».

Algo para la reflexión
Por José Gilberto Ballinas Lara 

Los santos fueron personas como tú y yo, pero que lograron agradar a Dios por el esfuerzo que hicieron en hacer la voluntad del Padre Celestial. ¿Cómo lograrlo? Muchos teólogos dicen, es necesario ver la vida, desde la perspectiva de Cristo, tarea nada simple.

El evangelista san Lucas nos regala este día un discurso que nos ayuda a contestar nuestra pregunta. Jesús el Señor viendo a sus discípulos les dice «Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios... , fragmento del discurso de las "Bienaventuranzas" que hace ver a todos los que seguían a Jesús y aprendían de él que, aún cuando su condición era de riesgo humano, con tendencia a la pobreza y la exclusión; visto a los ojos de Dios, y vividos con fe, la realidad tan difícil que les embargaba sería su carta de presentación para la alegría de la vida eterna Alegraos ese día y saltad de gozo, que vuestra recompensa será grande en el cielo.

Para demostrar la radicalidad de esa visión de fe, Jesús demuestra que para todos los que privilegian los bienes materiales por encima de los espirituales, aún cuando eso les proporcione gozos aparentes, después les corresponderá sufrir Pero ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que reís ahora!, porque tendréis aflicción y llanto.

Como vemos, Cristo aclara que primero está Dios y la búsqueda de hacer su voluntad, que cualquier objeto con valor material. Eso les pide a sus discípulos, darse cuenta que aún cuando estén pasando sufrimientos por causa de seguir a Jesús y creer en él, están haciendo lo correcto y están preparándose para el gozo y la alegría que sólo puede darle al hombre el ser partícipe de la gloria de Dios.

Los santos tuvieron en cuenta esta visión de la vida, hicieron esfuerzos para verlo todo desde la perspectiva de Cristo y actuar en consecuencia. Esto mismo les valió para alcanzar la gloria eterna y disfrutar de la vida abundante en Cristo, que nunca se acaba.

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