"ld y proclamad que el reino de los cielos está cerca". Evangelio de hoy.

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Evangelio según san Mateo 10,7-13 "En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «ld y proclamad que el reino de los cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis. No llevéis en la faja oro, plata ni calderilla; ni tampoco alforja para el camino, ni túnica de repuesto, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. Cuando entréis en un pueblo o aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis. Al entrar en una casa, saludad; si la casa se lo merece, la paz que le deseáis vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volverá a vosotros.»"

¡Palabra del Señor!

Reflexión para la vida
Por Mtro. Gil Ballinas

Luego de haber celebrado, con alegría, la Pascua del Señor Jesús, y renovados totalmente con el Espíritu Santo, volvemos al tiempo ordinario (litúrgicamente hablando)

Los versos del evangelio de Mateo, de este día, nos ponen frente a nuestra compleja y difícil realidad actual, y nuestro ser como cristianos.

En el inicio de su ministerio salvífico, el Maestro Jesús, luego de llamar a sus apóstoles, darles poderes para expulsar demonios y curar enfermedades; dice a los doce: "ld y proclamad que el reino de los cielos está cerca" Jesús les otorga la misión de comunicar 'a las ovejas perdidas de Israel' que el Reino de los Cielos está muy cerca. ¿Que es ese Reino? La respuesta es sumamente compleja, ya que existen varias definiciones. Tratando de rescatar algunos elementos muy generales, me permito decir que dicho Reino de los cielos ( o Reino de Dios, como lo expresan otros evangelios) hacen referencia al supremo reinado de Cristo. Dicho reinado se inauguraría con su Resurrección pero sería ya anticipado con su elevación en la Cruz.

Por otro lado, ese "Id" es una orden con caracter irrevocable. Los apóstoles tenían que cumplir estrictamente hablando la orden de proclamar la llegada del reino de los cielos. ¿Cómo harían eso? También lo explica Jesús "Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. ¿Podían los doce hacer esas obras? Como dije, en versos anteriores Mateo expresa que los apóstoles recibieron dones especiales que les ayudarían a cumplir la misión encomendada.

La orden de Cristo sigue siendo actual. En nuestro tiempo aplica a todos los que han sido llamados por él, a la fe cristiana, y caminan con Jesús. Cada bautizado y confirmado ha recibido dones especiales, del Espíritu Santo, que debe poner al servicio de la proclamación de la Buena noticia y del Reino de los cielos.

Nuestro mundo parece rendirse cada vez más a los poderes del demonio (que quiere la condenación eterna de la obra más
amada de Dios, el hombre) Falsas ideologías sobre la vida humana como la 'ideología de género' y la cultura de la muerte que ha venido ganando terreno (especialmente con la eutanasia y el aborto 'legal'), se contraponen a la voluntad de Dios y a las enseñanzas de Cristo y son evidencia de la creciente influencia del mal, resultado de la indiferencia y el revelarse del hombre a Dios.

Nosotros que hemos recibido la fe cristiana, debemos ir y comunicar al mundo que Cristo vive y (a diferencia del demonio) él quiere salvar a la humanidad de la muerte eterna y el pecado en el que muchos viven.. Para ello, debemos descubrir los dones que hemos recibido y usarlos para hacer patente la presencia de nuestro Señor. Algunos, con el poder de Cristo, podrán sanar dolencias del cuerpo y del alma. Otros, con sus oraciones y sacrificios pueden ayudar a la conversión de otros. Otros más. con el consejo, pueden reorientar a aquellos que, a ciegas se dejan arrastrar por el libertinaje sexual o librarlos de la esclavitud en que, su adhesión a la muerte, los tiene presos.

Cristo no quiere la muerte del pecador. Sino, que se convierta y viva plenamente. El Reino de los Cielos, dicen algunos teólogos, se consumará cuando el Señor regrese, en el final de los tiempos, como Rey y soberano de todo. Vamos, con la fe y esperanza que solo nuestro Señor Jesús nos puede dar, a cumplir nuestra misión y gritarle al mundo que el Reino de los cielos está más cerca que antes.

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