"Cuiden de no practicar vuestra justicia delante de los hombres" Evangelio del Miércoles de Ceniza

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Mt 6,1-6.16-18: "En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga.

Tú. en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.

Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga.

Cuando tú vayas a rezar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará.

Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los farsantes que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga.

Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará."

¡Palabra del Señor!


Reflexión para la vida

Por: Gilberto Ballinas

Por pura misericordia del Señor, hemos iniciado el tiempo santo del la Cuaresma. 40 días de profunda preparación personal y comunitaria para celebrar el misterio pascual de Cristo. Nuestra propia muerte y resurrección.

Los versos del evangelio que este solemne miércoles santo de ceniza nos propone, nos invita, ya, a profundizar nuestra vivencia de fe desde un enfoque penitencial. 

El evangelista San Mateo que escribe (según muchos teólogos católicos) para destinatarios judios, nos brinda hoy algunos versos de su capítulo 6, que forman parte del "discurso evangélico". El Señor luego de enterarse de la muerte de el gran Juan Bautista, y llamando a sus primeros discípulos, los instruye de tal modo que éstos vayan descubriendo al Maestro y la importancia del Reino de los Cielos que él vino a instaurar.

En tiempos de Jesús los judios tenían como buenas acciones las limosnas, ayunos y oración. A esto refiere el exhorto del Maestro "Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres" la justicia vendría siendo también sinónimo de bondad u obras buenas. En esta expresión les instruye sobre cómo debe ser un discípulo, cómo cumplir efectivamente las prácticas judaicas de las buenas obras, pero, a diferencia de los soberbios fariseos que buscaban con éllas la aceptación y el reconocimiento de los demás, los discípulos de Jesús debían de hacerlas con humildad, y buscando vivir cada oración, cada ayuno, cada limosna, en lo oculto, donde sólo Dios y el discípulo supieran la buena acción realizada.


¿Qué nos brinda este mensaje, en el contexto del inicio de camino pascual? Como creyentes de Cristo, debemos adentrarnos en la vivencia de este sagrado tiempo litúrgico, que en general nos invita a la conversión personal y comunitaria. A dejar nuestra mala vida llena de soberbia y vanagloria, nuestra falsa vida farisáica alejada del amor de Dios, y comenzar aceptando a Cristo como nuestro Dios y Salvador, para seguirlo como discípulo humilde, capaz de ofrecer auténticas obras de misericordia, y nuestra vida se convierta en una ofrenda continua agradable a sus ojos.

Roguemos al Señor para que nosotros que, como dije al principio, por pura misericordia suya nos ha concedido llegar a este santo tiempo cuaresmal, atendamos a su Palabra y, comprendiéndola, nos llene de alegría y ánimo para decidirnos seguirle sin peros ni limitaciones.

ELEVO UNA SÚPLICA, A CRISTO, POR TI:

"Salvador nuestro, que en este santo tiempo nos invitas a redescubrir tu amor hacia nosotros, evidenciado en el sacrificio de la cruz, toca la mente y el corazón de quien ahora lee estas líneas, para que movido por tu Santo Espíritu no se sienta sólo y sin esperanza, por el contrario se descubra amado por ti y se decida a compartir ese amor con los demás. Amén.

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