
Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; había una gran multitud de discípulos suyos y gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, que habían venido para oírle y ser curados de sus enfermedades. Y los que eran molestados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.
Para la reflexión:
José Gilberto Ballinas Lara
(Maestrante: Filósofo, comunicador y psicólogo)
Buen día a todos amigas y amigos.

Jesús dedica tiempo a encontrarse con el Padre, y lo hace aún más cuando debe tomar una gran decisión. Iba a elegir a los pilares de su Buena Noticia, los que después darían testimonio de Él hasta formar la gran comunidad de creyentes, la Iglesia.
Desde la etapa del encuentro con el Señor (Kerigma) se nos propone la oración como medio excelente para comunicarse y elevarse a Dios. Nuestra limitación humana nos pone frente a la necesidad de orar, dar gracias, alabar, pedir perdón a Dios misericordioso para recibir sus innumerables gracias.
En adelante, hagamos el firme propósito por dedicar momentos a la oración al Señor, e ir progresando en nuestra manera de elevarnos a Dios, para que estemos cada vez mas unidos a Él y nuestras decisiones sean más acertadas y correctas.
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