“La cuaresma es un
tiempo de gracia para llegar a lo más importante, la celebración de la
pascua.”Dijo Mons. José Luis Mendoza Corzo durante la misa del Miércoles de
Ceniza.
José Gilberto Ballinas Lara
TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIAPAS. Exhorta Mons. José Luis Mendoza
Corzo a fieles a convertirse, orar y hacer penitencia esta cuaresma, durante la
Misa de “Miércoles de Ceniza” celebrada el pasado 13 de febrero, a las siete de
la noche; en el Templo de Catedral San Marcos, Tuxtla, donde el obispo auxiliar
impuso también la ceniza a los presentes.
Mons. José Luis inició su homilía explicando el sentido
bíblico de celebrar la cuaresma “Estamos iniciando la cuaresma. Ustedes deben
saber que cuaresma viene del número cuarenta que en la Sagrada Escritura tiene carácter
simbólico. El cuarenta manifiesta un tiempo de purificación, por ejemplo el
acontecimiento del “Diluvio” donde Dios quiso purificar a su Pueblo que se
había corrompido.”
“En tiempo de Moisés en el Sinaí un tiempo de ayuno y
oración, tiempo de espera para recibir el Decálogo. Cuando los 40 años de la
travesía después de la liberación de Egipto hacia la tierra prometida, Dios
quería purificar a su Pueblo. Además,
aquellos 40 días que duró el profeta camino hacia el Monte Horeb es un tiempo
que Dios da para llegar a algo importante, al monte de Dios”
Expuso el significado de los 40 días que Cristo pasó en el
desierto “Finalmente lo acontecido con el profeta Jonás se manifiesta el tiempo
que Dios da para convertirse, hacer algún sacrificio. Pero es Jesús quien, en
su evangelio, en esos 40 días que estuvo en ayuno y oración, preparándose a
cabo su obra salvadora de su muerte y resurrección, también su predicación del
evangelio; fue un tiempo de preparación para su Pascua.
El celebrante, dirigiéndose a los fieles, dijo que la
Cuaresma es un tiempo de conversión “La cuaresma para nosotros tiene el mismo
significado, es un tiempo de oración, tiempo para ofrecer algún sacrificio: Por
ejemplo, hoy fue día de ayuno, de abstinencia, tiempo de conversión, tiempo de
dejar el hombre viejo, un tiempo de gracia para llegar a lo más importante, la celebración
de la pascua.”
Se refirió al hecho que hay quienes dan más importancia a la
Cuaresma y no a la Pascua “Algunos le damos más importancia a la Cuaresma que
no a la Pascua. Es decir, algunos hacen sacrificios durante la cuaresma, se
acercan más a Dios, pero una vez que termina piensan ‘¡qué bueno que ya pasó!’
Hay que tener claro que lo más importante es la Pascua.”
Sobre el sentido de recibir la Ceniza dijo “Ojalá que hoy que
iniciamos este tiempo cuaresmal sea para nosotros como un camino de oración y
conversión a la pascua. Hoy vamos a recibir el signo de la Ceniza, es un signo
de penitencia. Con este signo se inicia el camino de penitencia.”
“Ojalá que hagamos algo bueno y lo ofrezcamos a Dios. No
cometamos el error de conformarnos con realizar acciones que no nos cuestan
trabajo. Me he encontrado con personas que dicen practicar el ayuno y la
abstinencia pero, cuando se les descubre haciendo lo contrario se justifican
diciendo ‘no me di cuenta’.”
Monseñor animó a todos a realizar obras con fe y amor “Anímense
pues. Vivamos la cuaresma ofreciendo nuestras buenas obras, evitemos vivir una
cuaresma entre tantas, sino lo que se va
a ofrecer se realice con fe y amor.”
Terminada la homilía el presidente hizo una oración en
compañía de la Asamblea para luego pedirles se formaran en filas y recibir,
así, la ceniza; misma que les fue impuesta sobre la cabeza y la frente,
mientras los ministros extraordinarios y el obispo auxiliar decían los
siguientes formularios “Polvo eres y en polvo te convertirás”, y “Arrepiéntete
y creo en el Evangelio.”
Cabe mencionar que fueron muchos los que hicieron la fila
para recibir la tan anhelada ceniza, tantos que fueron necesarios varios
ministros extraordinarios de la comunión.
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