José Gilberto Ballinas Lara
En el tema de relaciones interpersonales, destaca el apartado que refiere al respeto a la vida particular y personal de los demás. En mis más de 40 años de existencia y mí experiencia laboral como docente y orientador (especialmente) he notado la dificultad que, para las mayorías, resulta el aspecto moral del respeto. En especial cuando éste debe practicarse hacia el otro u otros.
No quiero, aquí, expresar una definición inequívoca y última. Sin embargo, considero necesario ofrecer algunas orientaciones al respecto.
Entendamos al "respeto" como un valor intrínseco a la vida humana. Es una necesidad esencial para la mejor y más sana convicencia entre las personas. El respeto ve su sentido práctico en la convivencia y necesaria relación humana. Respeto es, también, un verbo en tiempo presente. Así debe practicarse. En el aquí y ahora.
Además, hablar de este imprescindible valor, implica salir de mí particularidad, mí egoismo, mí persona, para contemplar a la otra, su identidad, su persona. Es atender a las necesidades del "otro" y no sólo las mías.
Cuando practico el respeto, doy importancia a la segunda persona, a sus limitaciones, pero especialmente a sus valores y virtudes. Sólo respeta quien se descubre limitado e imperfecto. Quien es consciente de su identidad y su persona.
Este enorme valor se ve atacado, hoy en día, por la creciente ignorancia de las mayorías y la ingratitud de algunos que, aún conociéndolo, prefieren mantenerse al margen y no vivir el respeto, no cultivarlo entre las personas que le rodean; lo que aumenta la posibilidad de que, el valor del respeto, llegue a desaparecer. Si esto sucede, la humanidad estaría condenada a dejar de existir.
Finalmente, hago énfasis en la relación necesaria del respeto con otros valores como el derecho, la paz, y, especialmente, el amor. La persona respetuosa, reconoce el derecho personal, y el derecho del otro. Es capaz de amarse y se esfuerza en amar a la otra persona, lo cual abona a favor de la paz. Esto deriva en una práctica habitual del respeto. Respeto en el ámbito laboral, educativo, social, conyugal y, especialmente, en el familiar.
En adelante, hagamos mayores esfuerzos por comprender y vivir respetándonos a nosotros y a los demás. Esto ayudará a reeducar a este mundo que, -como desde hace muchos años vengo expresando-, se encuentra en un proceso decadente y de acelerada deshumanización.
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