"No es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno solo de estos pequeños»" Evangelio de hoy
#DefendamosLaFamilia #NoAlAbortoSiALaVida #FinalDeLosTiempos
Mt 18,1-5.10.12-14: "En una ocasión, los discípulos preguntaron a Jesús: «¿Quién es, pues, el mayor en el Reino de los Cielos?». Él llamó a un niño, le puso en medio de ellos y dijo: «Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos. Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe. Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos. ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le descarría una de ellas, ¿no dejará en los montes las noventa y nueve, para ir en busca de la descarriada? Y si llega a encontrarla, os digo de verdad que tiene más alegría por ella que por las noventa y nueve no descarriadas. De la misma manera, no es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno solo de estos pequeños»"¡Palabra del Señor!
Reflexión para la vida
Por: Gilberto Ballinas
Los versos de hoy del Evangelio, nos ponen de manifiesto la característica más importante para quienes aspiran ser los más grandes a los ojos de Dios "quien se haga pequeño como este niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos" Ser pequeño, para Jesús, es el criterio máximo para alcanzar la grandeza en el Reino de los Cielos. No es cuestión de estatura, ni de edad, más bien de actitud, poder llamar a Dios como "Padre", como la figura paterna indispensable en el proceso de desarrollo y de la vida de todo niño (a).
Por otro lado, somos testigos de los constantes esfuerzos que el ser humano hace por alcanzar la categoría de Dios. Basta contemplar los grandes transfondos que tienen las políticas actuales de control gubernamental, que buscan mediante el temor a la enfermedad y la muerte (creando episodios como la actual 'Pandemia' por Coronavirus), instaurar un nuevo desorden mundial, donde imperen le perversión sexual, con el atentado contra la vida de los niños y las niñas empleando adoctrinamiento sexual perverso (ideología de género), así como la cultura de la muerte con las leyes a favor del aborto, la muerte asistida, etc.Todo esto intenta destruir la obra de Dios revelada en Cristo. La familia se ve vulnerada. La vida misma de cada hijo de Dios se ve menospreciada y eliminada.
Esto, no es más que un intento por demostrar que se es capaz de vivir en un mundo sin moral, ni normas éticas. Un mundo donde no hay Dios y es el mismo hombre quien crea y destruye a placer y antojo. Este afán del hombre por intentar ser su propio dios carece del elemento fundante, Dios mismo. El ser humano se olvida de su condición de creatura y cree que, algún día, logrará ser divino sin la participación de la Divinidad.
Retomando los versos de la Palabra de Dios de hoy, tenemos que Jesús en su categoría de Dios "encarnado" deja claro que solo en el reconocimiento del ser "creatura" de Dios y de la filiación con Él es posible alcanzar la divinidad, por supuesto, por los méritos de Cristo. La Palabra de hoy, exige también, cuidar de los hijos de Dios más pequeños y vulnerables. Las y los niños, incluso desde la concepción. Si en verdad nos consideramos discípulos de Cristo, tenemos que luchar siempre a favor de ellos, de que su naturaleza humana, su sexualidad natural, su vida en el vientre materno sea respetada, por que "no es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno solo de estos pequeños"
Pidamos a Dios que nos ayude a vernos como los niños que Él quiere, sin orgullo ni soberbia, capaces de poder llamar Papá a Dios.
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