Por: Gilberto Ballinas Nuestro mundo actualmente sometido, casi por completo, por la agobiante realidad que representa el miedo a la enfermedad y la muerte, desencadenada por lo que muchos llaman “Pandemia de SARS Cov-2”, busca constantemente, una respuesta convincente y generadora de esperanza ante dicha incertidumbre. Hasta antes de que se decretara dicha “Pandemia” la fe cristiana en el mundo parecía, en muchos casos, ser desestimada y, en otros, hasta falseada por muchos “pseudo-creyentes”, gracias a los anti-testimonios de estos últimos. Esto generaba que muchos sectores del Pueblo de Dios cayeran en el conformismo y la indiferencia de la fe que profesa la Iglesia de Cristo. De modo muy general, la misión de la Iglesia, de pregonar el Evangelio por todo el mundo, se veía comprometida por la escasa fe y la falta de un profundo amor a Dios y a su Palabra. En este sentido, la persona de la Virgen María, tiene un enorme contenido que nos puede y debe ayudar a profundizar...