Gilberto Ballinas
Intensa jornada religiosa se vivió el pasado 20 de enero del 2011 en Chiapa de Corzo cuando Mons. Rogelio Cabrera López (Arzobispo de Tuxtla) y Mons. José Luís Mendoza Corzo (su obispo auxiliar) compartieron la fe con el pueblo fiel en misas celebradas a las 10 a.m., y a las 6 p.m., en el marco de las festividades de San Sebastián Mártir, que esta comunidad celebra, pero también lo hace la comunidad de Berriozabal Chiapas.
Durante todo el novenario se vivieron grandes acontecimientos eclesiales, como celebración de Sacramentos, entre los que destacan: Bautismos, Primeras Comuniones, Confirmaciones, y Matrimonios, tal como nos lo hizo saber la Dra. Susana Ríos Pascasio (presidenta de la Congregación de San Sebastián Mártir de Chiapa de Corzo) en entrevista para nuestro periódico. Nos comentó que la congregación a su cargo tiene como función prever todo lo referente a lo religioso, incluyendo además la organización de los “priostes” o personas encargadas de llevarse la imagen de San Sebastián cada año.
“Las jornadas inician con el rezo del Rosario. Después continúa la entrada de flores y piñatas y se concluye con la Santa Misa” según nos dijo la coordinadora de dicha congregación.
“La imagen de San Sebastián presente en el Templo”
Nos encontramos también a la Profesora Esperanza Pascasio, quien fue por mucho tiempo presidenta de la Congregación de San Sebastián y nos comentó que ese día se oficiaría la Santa Misa en honor a San Sebastián y que por ello la presencia de la imagen peregrina del santo en el Templo. Dijo también, que dicha imagen fue obsequio del Señor Juan de Dios Villanueva ya que durante la “quema de los santos” se pudo conservar una imagen, a la que le dicen “el vicario” y era la que recorría los hogares de los priostes, pero que por ordenes de los sacerdotes de ese tiempo, dicha imagen no salió más del Templo y la imagen que habían obsequiado el Señor Juan de Dios ocupó su lugar y es la que hasta hoy en día se llevan los priostes año con año.
“solo Cristo es el Sacerdote perfecto, y no habrá otro como Él”
Minutos después de las 10 a.m., inició la Celebración Eucarística presidida por Mons. José Luís Mendoza quien, en su homilía, expuso la importancia que tiene para los fieles cristianos creer que Jesucristo es el Sumo y Eterno Sacerdote, porque fue Él quien ofreció el sacrificio perfecto al Padre, siendo a la vez, Sacerdote, Víctima y Altar. “Lo que demostró en la última cena de manera incruenta y en la cruz de manera cruenta” y añadió “solo Cristo es el Sacerdote perfecto, y no habrá otro como Él”.
“estamos llamados a la santidad”
Refiriéndose a la figura de San Sebastián expuso que “celebrar a los Santos y a la Virgen María, en nuestra Iglesia, es para recordarnos que todos estamos llamados a la Santidad. Debemos estar convencidos de esto, todos independientemente del estilo de vida cristiano que tenemos (ministerio ordenado, vida consagrada, matrimonio) debemos ser santos y debemos decidirnos a aceptar esta invitación del Señor” y continuó diciendo “aquí en Chiapa de Corzo celebramos a muchos Santos y este día en especial a San Sebastián. Esto no significa únicamente gritar vivas a San Sebastián, cohetes, bailes y demás, sino que podamos contemplar su testimonio y optar por ser santo como él lo es” dijo con voz fuerte.
“hay que hacer lo que nos toca”
Expuso que no hay que pensar que la santidad es algo fuera de serie, sino es tratar de vivir nuestra vida ordinaria a la luz del Evangelio, y aclaró también “La santidad no sólo se gana viniendo a misa, comulgando y haciendo oración, claro que esto es parte fundamental, pero también hay que cumplir la misión que cada uno tiene desde su propia realidad; hay que hacer lo que nos toca hacer y de la mejor manera. Esto en su conjunto es lo que nos santifica”.
Y concluyó diciendo “San Sebastián fue mártir y esto significa testigo y este santo es un ejemplo de auténtico testigo de Cristo, al punto de dar la propia vida por Él, durante la persecución de Dioclesiano. Nosotros, en estos tiempos, debemos ser testigos del Señor, dando testimonio de buen cristiano”.
Al término de la misa la imagen peregrina de San Sebastián fue llevada en hombros hasta la casa del Sr. Fernando Rodríguez, “prioste” en turno, acompañada por bandas de música, un sin número de “parachicos” y mujeres con trajes de “chiapanecas”, fieles y visitantes del lugar.
Misa vespertina presidida por Mons. Rogelio
En punto de las 6 de la tarde de ese mismo día, Mons. Rogelio fue el encargado de presidir la Eucaristía, donde más de 250 personas, entre jóvenes y niños, recibieron el Sacramento de la Confirmación.
Esta ocasión, el Señor Arzobispo de Tuxtla, comenzó la homilía saludando a todos los presentes, aclarando que, entre otras cosas, el motivo de la presencia de la Asamblea fue para tributarle el honor que merece San Sebastián por haber sido “discípulo fiel de Cristo”, como él mismo expuso.
“Que esta misa nos transforme en imagen de Cristo”
Dijo también que la misa era una acción de gracias para “tener la misma experiencia de fe que tuviera san Sebastián, hace muchos siglos cuando abrazó el cristianismo y recibió los sacramentos de iniciación: Bautismo, confirmación y Eucaristía; y como él queremos que esta misa que es el Sacramento de Confirmación nos transforme en imagen de Jesucristo, que esta oportunidad de recibir la gracia de Dios nos santifique a todos”.
Refiriéndose al Sacramento del Bautismo dijo “El día del Bautismo les dijo el Sacerdote, después de la segunda unción, que ustedes por el Bautismo son profetas, sacerdotes y reyes, es decir, que Cristo se hace uno con cada uno de ustedes, que cada cristiano es como otro Cristo, que podemos decir como San Pablo ‘ya no soy yo quien vive, sino Cristo quien vive en mi’. A esto, en la Teología, le llaman la Cristificación, nos hacemos otro Cristo por la gracia y la misericordia del Señor. De modo especial, quiero fijarme en el segundo atributo que nos dieron el día de nuestro bautismo: somos sacerdotes, además de profetas y reyes”.
“todos ofrecemos a Dios sacrificios espirituales”
Aclaró que como sacerdotes del Señor, todos ofrecemos a Dios sacrificios espirituales. Retomando la primera lectura expuso “Escuchamos la Carta a los Hebreos, donde se nos explica, cómo Cristo es: el sacerdote único, inmaculado y santo; el Sumo Sacerdote Perfecto. Está claro que nadie puede igualarse a Él, nadie puede pretender alcanzar su estatura, pero Él mismo quiso que nos identificáramos con Él, que tuviéramos el deseo de ser como Él, que toda nuestra vida fuera un esfuerzo continuo por acercarnos a Él, esto es lo que ha hecho nuestro bautismo”.
“no podemos ser de Dios y del mundo”
En cuanto al Sacramento de la confirmación anotó “Ahora, con la Confirmación, la Iglesia les recuerda la vocación a la que han sido llamados, ser santos, es decir estar reservados para Dios. La carta a los Hebreos dice ‘lejos de los pecadores’, no en un acto farisaico de sentirse bueno y decir que los otros no lo son, sino entender que nuestra vida le pertenece a Dios, que no podemos ser de Dios y del mundo, que no podemos confundir la luz y la tiniebla, que no podemos confundir el bien y el mal, que seamos de una sola pieza. Esta es pues, la llamada que Cristo nos hace”.
"San Sebastián fue un soldado ejemplar"
Prosiguió diciendo “Por este motivo, si la confirmación los identifica con Cristo, también los identifica con todos los santos. En el Credo decimos ‘creo en la comunión de los santos’, es decir que entre aquellos que han dado testimonio de la fe y nosotros hay una relación cercana y afectuosa”. Enfocándose en San Sebastián anotó “Por tal motivo, nos dirigimos a San Sebastián como un hermano mayor, como aquél que ya se adelantó en la lucha por ser como Jesucristo, que no obstante las circunstancias que le tocó vivir, fue fiel al Evangelio. Fue un soldado sometido a las órdenes de sus jefes, a su capitán, a su general”.
‘al único que se le ofrece el culto digno, es a Dios’
Y continuó “Podemos suponer que San Sebastián, como militar, obedeció siempre las leyes del ejército, era un soldado perfecto. Sin embargo, hay cosas que no podemos obedecer de otros, ya que solamente podemos obedecer aquello que es moral y razonablemente correcto, nadie puede obedecer para hacer lo malo, incorrecto e irracional, ni siquiera en nombre de Dios. Cuando alguien nos quiere mandar u obligar a hacer algo malo, que va en contra de la ley de Dios, que va en contra de nuestra naturaleza humana, por ningún motivo se puede obedecer tal orden, y aquí está el punto esencial de la actitud de San Sebastián. Cuando le pidieron ofrecer el culto al emperador, se negó rotundamente diciendo ‘al único que se le ofrece el culto digno, es a Dios’ y no obedeció aquello que se oponía a sus convicciones de fe y a su razón”.
“San Sebastián murió y entregó la vida por Cristo”
Dejó en claro, que de este santo se puede aprender a poner a Dios sobre todas las cosas y el bien sobre cualquier otra realidad. Y con gran convicción declaró “San Sebastián murió y entregó la vida por Cristo; en su tiempo dio testimonio de la fe, él se convirtió así en un discípulo fiel de Jesucristo”.
Manifestó que la confirmación nos identifica con Cristo, nos hace parecernos a San Sebastián. Y que ahora nos toca a nosotros la lucha cotidiana por hacer el bien, nos toca ser verdaderos cristianos, que moralmente seamos buenos y razonablemente nos portemos bien. Y dirigiéndose a la Asamblea reunida expuso “que Dios bendiga a sus familias, y que las bendiciones que nos alcanza San Sebastián en los cielos se derramen para esta parroquia pueda vivir siempre según la voluntad de Dios”.
Procedió a confirmar, según el rito litúrgico, a los niños y jóvenes que ahí se encontraban en compañía de padrinos y familiares.
De este modo pues, se vivió el aspecto religioso de la fiesta de San Sebastián el pasado 20 de enero en Chiapa de Corzo.
Felicitamos también a la comunidad católica de Berriozabal que celebra a San Sebastián.
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