EL EVANGELIO DEL DOMINGO


Marcos 6,1-6

No desprecian a un profeta más que en su tierra

Lectura del santo evangelio según san Marcos: 

"En aquel tiempo, fue Jesús a su pueblo en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada: "¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es ésa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?" Y esto les resultaba escandaloso. Jesús les decía: "No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa." No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su falta de fe. Y recorría los pueblos de alrededor enseñando. "

Reflexión (Por José Gilberto B.L.):
Muchas veces no vemos el paso de Dios en nuestra vida. Se piensa que sólo se persive a Dios en los acontecimientos sobrenaturales (visiones beatíficas, etc.) cuando no es así. Dios se comunica con n0sotros desde lo cotidiano, úsa los medios humanos, naturales para darnos a conocer su designio para con nosotros. No dejemos de lado, pues, cada acontecimiento, cada detalle que pase en nuestra vida.  Quizá en eso que puede parecer común y sencillo esté Dios diciéndonos algo importante. No hagamos como la multitud de la sinagoga, de la que habla los versos del Evangelio de hoy, que cegados por su arrogancia y por las apariencias no vieron en Jesús a Cristo y menos atendieron al mensaje que Dios tenía para ellos. 

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